No tuvo suerte Román con el toro de su confirmación, “Relicario” de nombre que brindó al Rey Emérito, Su Majestad Don Juan Carlos I, fiel asiduo de Las Ventas.
Al dar comienzo la faena de muleta, se lastimó en las manos con lo que fue imposible continuar con la lidia, por lo que cogió la espada de verdad enseguida.
En el segundo, “Cubilón”, demostró su valor y su mano baja. Lástima que la espada le privara de cortar una oreja que ya tenía merecida, habiéndose había ganado al respetable con sus ganas y su desparpajo.
Saludaron en banderillas El Sirio y Raúl Martí.
Ficha: silencio en el toro de su confirmación y ovación en el segundo.
Aquí les dejo lo que los medios han dicho sobre la actuación de Román de ayer en Las Ventas.
“El confirmante Román se mostró hambriento toda la tarde, interviniendo en todos los quites y pasándose siempre muy cerca a los toros. La faena al sexto fue emocionante y le entregó la oreja del toro que él devolvió al fallar con la espada. El toro de su confirmación se partió una mano al poco de iniciar el último tercio.”
Las Ventas
“Respecto a Román en su confirmación de alternativa, casi nada podo hacer con el primer toro, evidentemente quebradizo de manos – después ocurrió lo mismo con los dos toros que fueron devueltos en el segundo turno de Ponce – y por tanto sin posible lucimiento del nuevo matador valenciano.
Pero con el sexto toro, el mejor del envío por su encastada franquía y durabilidad, sí pudimos verle en su total dimensión. Torero más de arrojo que de valor sereno. Torero al mismo borde de la cogida – se salvó varias veces de puro milagro – de esos que llegan tanto al público por lo asustados que le ven. Sus gaoneras son patibularias. Y sus muletazos, pura tralla. De haber matado pronto y bien a este último animal, habría cortado una oreja. Ya habrá ocasión más adelante, cuando volvamos a verlo por esas plazas de Dios, de juzgarle con más detenimiento.”
José Antonio del Moral
www.detorosenlibertad.com
“Confirmando alternativa, llegó Román a Madrid. Una seguridad inquieta y de valor, sellaba su compromiso con Madrid. El toro de la confirmación, “Relicario” fue el que más destacó de los ocho. Lo que se le vio, porque tras los primeros lances con la muleta, su mano izquierda se quedó sin el casco de la pezuña y por si fuera poco, de la derecha se quedó manco. Ante tanto agravio y penuria hacia el toro, Román finalizaría dándole muerte de inmediato.
El que cerró la tarde, se quedaría en un espejismo. Grandes primeros tercios, en los cuáles tanto como el varilarguero Pedro Iturralde como los hombres de plata, Raúl Martí y Hazam “El Sirio” saludaron sendas ovaciones. Un toro que de primeras, hizo presentir algo de esperanzas al verle galopar. Román lo quiso acoplar a sus tandas, donde ligaría un par de ellas pero con un pero, la clase se esfumaba y las protestas hacían que las telas salieran por el aire. Finalizaría su confirmación con una ovación de despedida y con la desesperación de no haber podido torear o expresarse con el primero.”
Darío Juárez
Burladero
“1°. Sale en primer lugar el toro con el que confirma la alternativa Román. Atiende por “Relicario” y tiene grabado a fuego el 142 en su negro pelaje. Ejemplar de preciosas hechuras, armónico, con cuello y que ha pesado 561 kg. Realiza una salida abanta muy característica del encaste Atanasio-Lisardo. En el caballo se emplea con fijeza, colocando bien la cara, con cierta clase. Pierde ligeramente las manos pero tiene buen son en el galope. Román quita por ajustadas gaoneras. Muy buena brega de Raúl Martí, con acertadas pausas. Enrique Ponce entrega los trastos al joven valenciano y este brinda su labor al Rey emérito D. Juan Carlos. Inicio de faena por estatuarios reforzados con un arriesgado pase por la espalda. El toro había apuntado muy buena condición pero se fractura la mano izquierda en ese prólogo de faena. Román se va a por la espada. Metisaca en los blandos, estocada y descabello. Palmas cariñosas.
6°. Con “Cubilón” termina la tarde. Un toro serio, negro, bien armado. El 133 es su número y 590 kg mueve. Muy abanto de salida, galopón. Bien Pedro Iturralde, picando con ajuste y medida y Raúl Martí se desmontera tras dos grandes pares de banderillas. Román brinda al público y planta cara a un morlaco muy encastado y transmisor. Importancia en cada acometida, sin terminar de desplazarse. Sinceridad en Román que expuso y trató de conducir siempre con verdad a su enemigo, de mucho mérito. La “poncina” como epílogo antes de que la espada se llevase el trofeo. Tres pinchazos y estocada que hace guardia. Palmas para “Cubilón” en el arrastre y ovación tras aviso para Román”.
Carlos Alonso
Burladero
“La gran tarea pendiente de Román era confirmar con bien en Las Ventas y la luxación de pata que sufrió su toro, primero de la tarde, le hizo imposible completarla. Con el rumor de mulillas se fue para dentro un lamento que no era solo por el torero, sino también por un toro en el que se había visto bravura, humillación, fijeza, brío y calidad.
Dos horas después de esa confirmación sin brillo posible, el joven torero valenciano lanceaba a ‘Cubilón’. Sexto de un festejo largo, de los más serios del lote y también el más exigente. Raúl Martí y El Sirio le pusieron las banderillas bien y se desmonteraron. Román lo brindó al público y en las primeras tandas se vio que el toro transmitía tanto como exigía. Se venía pero se quedaba, había que ganarle espacio para mandar sobre él. Lo hizo por momentos el diestro, en una faena de entrega que gustó a Madrid y que abrochó con dos poncinas. La espada le dejó sin premio, pero Las Ventas le miraba amable.”
1º) ‘Relicario’, nº 142, 561 kilos, negro, del 04/11. Para Román
Sale el primer toro de la tarde. Serio toro, hondo, cornidelantero, recoge las puntas. Frialdad en los capotes de salida. Le ha costado encelarse. Blandea al entrar al caballo y se emplea después, con fijeza. Vuelve a hacerlo en el segundo, aunque algunos protestan al toro, porque ha doblado manos en un par de ocasiones. Quite con el capote a la espalda, muy ajustado. El toro se mueve con brío en banderillas, apunta buenas cosas.
Se produce la ceremonia de confirmación y Román brinda su faena al Rey Emérito. Comienza su faena con estatuarios, más allá del tercio. En el segundo lance, el toro se parte la pata delantera izquierda y no será posible hacer faena. Es una lástima, porque era un toro bueno.
Resultado: ovación de consolación. Toro: silencio .
6º)’Cubilón’, nº 133, 590 kilos, negro, del 09/11. Para Román
Serio el último, otro toro grande y fuerte, con la cara hacia adelante, recoge el pitón en una ligera vuelta de las puntas. Salida de abanto, pero mete bien la cara cuando se fija en los capotes y no deja de moverse. Cumple en el peto, en los dos encuentros con el varilarguero. Quite de Román, con el capote a la espalda citando al toro desde los medios. Gaoneras algo atropelladas. Buen par el primero de Raúl Martí y muy bueno también el tercero. Se desmontera.
Brinda al público su faena el joven torero valenciano. Comienza citando sobre la mano derecha, más allá del tercio. El toro viene con fuerza. Hay que poderle por abajo, porque repite y tiende a quedarse en la muleta. Hay que ganarle el sitio. Es mejor esta serie sobre la mano derecha, el toro transmite y Román se asienta más. Le baja la mano sobre la mano izquierda, en una tanda de cuatro. El toro transmite mucho pero es exigente y hay que entenderlo. Entregado Román. Poncinas: muy bien las dos, firme. Falla repetidamente con la espada, hasta cobrar una estocada que hace guardia.
Resultado: ovación. Toro: ovación”
Daniel Ventura
Mundotoro
“Y hablando de las injusticias del toreo, el también valenciano Román ha puesto los tendidos a su favor con su entrega y su toreo arrebatado y de manos bajas. Lástima del fallo con la espada que le ha privado al menos de un trofeo del segundo toro de su lote. En su primero, poco o casi nada pudo hacer ante un animal inválido de Puerto de San Lorenzo, corrida que ha hecho recordar los lejanos tiempos de la “glosopeda”. Merece torear mucho más el joven y sincero Román -de aquí lo de la injusticia-, porque cae muy bien a los públicos y porque es valiente a carta cabal y quiere de verdad ser torero.”
Paco Mora
Aplausos
“El primero, el de la confirmación de Román, se lesionó en el mismo inicio de la faena de muleta. El valenciano, decidido con el capote, cuajó un apretado quite por gaoneras y brindó al Rey Emérito, Don Juan Carlos I, la faena y muerte “del toro más importante de mi vida”, dijo. Sin embargo, tras un estatuario inicial y otro cambiado por la espalda, se produjo la lesión. El del Puerto, con la mano rota, no podía embestir, siendo pasaportado de inmediato por Román, que fue silenciado.
Román perdió con la espada una oreja del sexto, un toro que se movió sin clase pero manteniendo un punto de exigencia que dio emoción al quehacer del valenciano. Valiente el torero, que apostó con sinceridad dentro de una labor con su punto de tensión. Faena de ida y vuelta, en la que no se dejó nada atrás. Dos poncinas muy limpias al final surgieron fruto del descaro de Román. La afición le respeto y valoró su entrega. Faltó rematar con la espada y terminó saludando una ovación.”
Iñigo Crespo
Aplausos
“”Lo siento mucho”, fue todo lo que atinó a decirle Román al Rey emérito cuando recogía la montera. Como si la culpa de que el toro de Puerto de San Lorenzo se rompiese la mano izquierda hubiera sido suya. Y no. Mala suerte nada más. Otras muchas tardes se hacen estos inicios de faena a golpe de látigo y no pasa nada. Del estatuario, la espaldina, otro estatuario y, en concreto, del pase del desprecio salió el cinqueño con la pezuña perdida y el menudillo quebrado. Román, pese a toda la ilusión puesta en el valeroso quite con el capote a la espalda y en esta fecha de su confirmación, abrevió piadoso.
El último toro cerraba una corrida de imponente trapío. El más encastado de los seis. La cuadrilla de Román lo bordó con los palos después de que Román se la volviese a jugar en un quite por tapatías que salió de milagro. Cada intervención suya era como ver cruzar a un tío con los ojos vendados la M40. Temerario es poco. La faena tuvo una emoción brutal por la sinceridad y el desgobierno. Un mezcla explosiva que subía por los tendidos. Y todavía se atrevió a cerrar por poncinas. Descaro y desparpajo de Román. Que se estrelló con la espada. Cerca de las 10 de la noche arrastraban al importante toro de nombre Cubilón.”
Zabala de la Serna
El Mundo
“El joven Román necesitaba el triunfo como agua de mayo y, la verdad, es que dio de sí todo lo que lleva dentro, que es una entrega sin límite, un valor heroico y una concepción taurina algo atropellada, motivada, quizá, por el sueño de encontrar sentido a su vida. Pero no pudo ser.
En primer lugar, se le presentó el infortunio en forma de un toro lesionado en una mano, lo que le obligó a matarlo con prontitud. El animal murió al tiempo que a Román se le cayó el alma a los pies, porque con esa mala suerte se esfumaban muchas ilusiones.
En el último toro, codicioso y fiero, que tenía mucho que torear y exigía una muleta con mando, el torero hizo lo mejor que sabe: quedarse quieto, jugarse el tiempo, aguantar tarascadas y demostrar que quiere abrirse camino. Y toreó, además, y muy bien en una tanda de naturales grandes. Se ganó al público con su entrega y tenía la oreja cortada cuando abrochó su valiente labor con dos circulares invertidos con la pierna de salida flexionada y un cambio de manos final. Todo muy bien hasta que se perfiló para matar y todo lo emborronó. El trofeo que le hubiera abierto puertas que tiene atrancadas se lo llevó el toro, pero toreros con esa decisión no deben perder la esperanza. Solo ha tenido mala suerte y poco acierto en el día menos apropiado de su corta vida torera. Un banderillero de su cuadrilla, Raúl Martí, emocionó a todos con un par extraordinario que competirá en los premios de la feria.”
Antonio Lorca
El País